Una de las actividades que realizamos es la escalera de braquiación, en la que nos queremos centrar hoy.
¿Qué es? Es una escalera a la que el niño/a accede valiéndose de la fuerza de sus manos y brazos para balancearse. Gracias a este balanceo el niño debe avanzar peldaño a peldaño cambiando de mano de forma alterna. De esta forma se desarrolla la fuerza de la caja torácica y al mismo tiempo aumenta la oxigenación del cerebro.
Los ejercicios que se realizan en ella mejoran:
- el desarrollo de las áreas integrativas del cerebro
- la coordinación de los hemisferios cerebrales
- la convergencia visual
- la coordinación oculo- manual
- el patrón cruzado
- la capacidad respiratoria
- las estructuras anatómicas, especialmente brazos y tórax.
Todo esto ayudará a asentar los cimientos neurológicos en el cerebro infantil para que posteriormente sea capaz de definir su lateralidad y realizar actividades tan complejas como la lectoescritura.
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