¡Por fin llegaron las vacaciones! Tiempo soñado para descansar, dormir, desconectar y...no hacer nada. Sí, sí...entrenarnos en el arte de no hacer NADA, de ABURRIRNOS. ¿Sentarse y no hacer nada? Seguramente, si alguien te propone esto automáticamente pensarás en tu larga lista de tareas por hacer o cosas mejores que hacer...Poca gente piensa en el aburrimiento como una opción válida. Pero en realidad, en el aburrimiento encontramos espacio para la creatividad, la introspección, la relajación y la conciencia de vivir el momento. Hasta los italianos lo han entendido perfectamente "Il dolce far niente" (lo dulce de no hacer nada).
Os invitamos a aburriros y a que vuestros hijos se aburran. No somos los responsables de que nuestros hijos siempre estén divirtiéndose. Aprender a lidiar con el aburrimiento ayuda a los niños a aprender flexibilidad, capacidad de planificación y resolución de problemas.
Sin embargo, sabemos que el verano es muy largo y no todo va a ser aburrirse. Además, mantenerlos alejados de las pantallas estos días también es una tarea compleja. Así que, queremos compartir con vosotros estas ideas que nos han parecido muy fáciles de llevar a la práctica.
¡Ánimo y a disfrutar juntos!
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