La psicomotricidad describe la relación que existe entre el movimiento y su conexión con el cerebro. Podemos distinguir dos tipos diferentes de psicomotricidad: la fina y la gruesa. La gruesa precede a la fina por eso, en esta ocasión, vamos a centrarnos en la gruesa.
La psicomotricidad gruesa es el conjunto de habilidades motoras que el niño/a realiza de forma coordinada. Gracias a ello irá desarrollando otras habilidades más precisas. Estos movimientos involucran a grupos grandes de músculos que le permiten controlar cabeza, torso, brazos y piernas para poder caminar, saltar, correr, nadar, montar en bici, mantener el equilibrio, etc.
El desarrollo de la psicomotricidad gruesa es fundamental para que el niño pueda relacionarse con el entorno y descubrir el mundo. De la misma manera un buen desarrollo motor le ayudará a conocerse a sí mismo, favorece la autoconfianza y es primordial para el desarrollo de funciones cognitivas tan importantes como la atención y el aprendizaje.
Por todo esto, creemos importante compartir con vosotros algunas ideas para poder trabajarla. Esperamos que os sean de utilidad. Pincha en los siguientes enlaces:
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